lunes, 26 de mayo de 2008

GORDON BANKS: A HERO WHO COULD FLY

En el año 2006, el autor irlandés Don Mullan publicó unas memorias de su infancia con el nombre de “GORDON BANKS: A Hero Who Could Fly” (Gordon Banks: un héroe que podía volar) En ella el escritor habla de cómo las hazañas personales y deportivas del portero inglés de los sesenta, le habían servido de espejo para coger los caminos correctos en su alborotada y convulsa juventud.

¿Pero quién fue Gordon Banks? Según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS) Banks es considerado el segundo mejor portero de fútbol del Siglo XX, solamente por detrás de la “Araña Negra”, el ruso Lev Yaschin. Nacido en el seno de una familia humilde en el Sheffield de los años treinta, el espigado e introvertido Gordon probó suerte en la mina y en el andamio. Su tremenda fijación y estudio de los porteros de la época y su obstinación, le llevaron a compaginar sus empleos con el de portero en el Chesterfield, dónde rápidamente demostró su enorme talento bajo los palos.

En 1959 el potente Leicester City de la época, puso 7000 libras esterlinas en la mesa y se llevó al prometedor arquero. Sus grandes actuaciones y una final de FA Cup perdida ante el Tottenham Hotspurs, le llevaron a la selección nacional en 1963 de la mano del mítico técnico Sir Alf Ramsey. Pese a debutar con derrota contra Escocia por 1-2, todos los asistentes en Wembley aplaudieron y corearon el nombre de Gordon Banks.

El punto más álgido de su carrera llegó en el Campeonato del Mundo de Inglaterra’66, cuando el indiscutible guardameta formó junto a Bobby Moore, Jackie Charlton, George Cohen y Ray Wilson una defensa infranqueable. Como titular Gordon Banks jugó los siete partidos del torneo, recibió sólo tres goles (uno de ellos de penalti) y formó parte de la única selección inglesa capaz de ganar un Mundial. Después de tal hazaña y con sólo 28 años, Banks fue objeto de la frase "tan seguro como los bancos de Inglaterra" y se le puso el apodo de “Banks of England”.

Los años siguientes fueron un tanto convulsos para el gran portero inglés, pues la aparición del joven Peter Shilton en la cantera del Leicester City, le llevaron a cambiar de aires en 1967 para defender los colores del Stoke City. De todas formas, pese a que Banks iba cumpliendo años, que la competencia era fuerte e incluso de su paso fugaz por la liga de fútbol americana (USA), Sir Alf Ramsey continuó confiando en él como primera opción para defender la portería de Inglaterra en el Mundial de México en 1970.

A HERO WO COULD FLY ¿Por qué Gordon Banks no es conocido por su logro colectivo de 1966? Pues porque la historia le tenía reservado un hueco, un flash, “a tremendous momentum” como dirían los anglo-sajones, el cuál quedaría para siempre en la retina de todos los espectadores y televidentes del partido. Corría el minuto 10 de partido en el Estadio Jalisco de Guadalajara, cuando Inglaterra y Brasil empataban a cero.

Pero vayamos por partes. En ese tercer y último partido de la fase previa, ambas selecciones ya clasificadas, se disputaban el primer puesto del grupo y lo que era más importante: continuar jugando en Guadalajara a nivel del mar, puesto que el segundo clasificado se tenía que desplazar a León sin tiempo para aclimatarse a la altura del altiplano mejicano. Una Inglaterra ya veterana aguantó todo lo que pudo ante la magia del Brasil de 1970, el considerado para muchos como el mejor equipo de todos los tiempos. En los primeros compases los de Alf Ramsey pusieron en apuros al guardameta carioca Félix, hasta que en el minuto diez de partido el tiempo se paró y ocurrió lo siguiente...

El capitán Carlos Alberto puso una pelota con gran clase a Jairzinho. Éste sorteó a su marcador Terry Cooper y su centro desde la línea de fondo fue medido a la cabeza de Pelé. El mejor jugador del torneo hizo un salto prodigioso por encima de su marcador Tommy Wright e incluso cantó ¡Gol!... pero no fue así. En ese momento Gordon Banks mostró al mundo en solamente unas fracciones de segundo todo el repertorio de cualidades que le hicieron pasar a la historia como un grandísimo portero: rapidez, agilidad, seguridad y una capacidad innata de llegar a aquellos balones a los que nadie pensaba que se podía. La parada en posición imposible es aun hoy en día considerada la mejor de todos los tiempos; incluso años después el gran Edson Arantes do Nascimento “Pelé” la recuerda como la mejor parada jamás vista.

Al final Jairzinho marcó en la segunda parte el único gol del partido e Inglaterra se vio metida en unos cuartos de final durísimos en la ciudad de León, donde sucumbió ante la poderosa Alemania Federal de Beckenbauer y Müller.

La otra cara de Banks y la sombra de su a veces extraña personalidad llegó cuando sufrió una indigestión justo antes de ese decisivo partido, entrando en su lugar el portero del Chelsea Peter Bonetti, que no tuvo una afortunada actuación. Algunos achacaron la ausencia de Banks a una comida en mal estado e incluso envenenada, aunque malas lenguas aseguraron que se debió a un exceso de “chelas” (cerveza).

Lo cierto es que a partir de ahí Gordon Banks ya pasó a un segundo término en cuanto a la selección inglesa. Aunque siguió contando para el seleccionador su vida cambió radicalmente cuando una tarde de octubre y tras salir de casa del fisioterapeuta del Stoke City, Banks se salió en una cuneta y tuvo un desafortunado accidente donde perdió la visión total de un ojo.

Pese a la prematura retirada en 1972 y con sólo 34 años, Gordon Banks fue condecorado con la Orden del Imperio Británico y dejó tras de si una trayectoria excelente siendo hoy aun considerado el mejor portero británico de todos los tiempos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

grande gordoooooon!
molt guapa la parada que fa!!

Anónimo dijo...

Hola xiki!
lo prometido es deuda: vaig a deixar-te un missatget jejee..
M' agrada molt com redactes, tens talent per escriure,d' aquí a la fama nen, !!
Recorda el dia q et vaig dir q arrivaries lluny (avui)^^)
ho recordaràs?!quan estiguis de journalist a algun diari de primera línea (l' Sport, el Mundo deportivo,..)
Ostras parles del mític Pele, uff k años aquellos, erem uns bebitos nosaltres oi?!
Un Ptonet bandarreta!
Cris M.

Anónimo dijo...

La Santísima Trinidad del fútbol inglés. Banks, Clemence y Shilton. Curioso que ahora no salga ninguno tan siquiera decente.

"El Chino", era muy bueno, pero en mi opinión no tanto. Motivos de su leyenda:

1-Espectacular parada contra el mejor equipo de todos los tiempos. (y en COLOR. PRIMERA VEZ).
2-Campeón del mundo con Inglaterra (con todo lo que eso significa).

El segundo mejor de la historia? Me cuesta. Se hace cada vez más necesario que yo entre en la IFFHS. jje