EVGENI PLUSHENKO: EL PATINADOR MÁS EUROVISIVO

Eurovisión 2008 pasará a la historia de España como el año del Chiki Chiki, cantada por un estrambótico personaje llamado Rodolfo Chikilicuatre (encarnado por el cómico David Fernández). Ambos fueron ideados por la factoría Buenafuente (El Terrat) y convencieron no sólo a los frikis, sino a media España, para que votara a la canción como la representante estatal en el festival de Eurovisión celebrado en Belgrado. Cómo me dijo una buena amiga mía, “si un día Andreu Buenafuente se lo propone, sale elegido Presidente del Gobierno”

Sin embargo el “invento” del Chiki Chiki no convenció a los televidentes europeos, que lo relegaron a un discreto decimosexto lugar, cosa que privó a la canción que se hablara mucho de ella. Demasiado lejos de la cabeza como para ser un one hit wonder y demasiado lejos de la cola para hacer un ridículo estrepitoso al estilo Remedios Amaya en 1978. Así pues (y con buen criterio), Buenafuente ha decidido darle “muerte artística” al fenómeno este Jueves día 5.

De todas formas, el festival celebrado en Belgrado el pasado sábado día 24, nos dejó más imágenes a parte del Chiki Chiki: canciones bastante limitadas, predominio del inglés en casi todos los países (pero no era el esperanto el idioma universal? ;-) ), mujeres espectaculares sin demasiado talento encima del escenario y un ganador: Rusia.

Precisamente Rusia presentó en escena a Dima Bilan, icono gay del país de los zares, el cuál defendió con gran éxito la canción Believe. Fue la segunda vez que el artista ruso representaba a su país en el festival, pues en 2006 quedó segundo por detrás de la estrambótica banda de rock finlandesa Lordi. En esta ocasión no falló y se llevó la victoria de Eurovisión 2008 de forma clarísima.

¿Pero qué factor quedó en la retina del espectador en la actuación de Dima Bilan? Cantar en último lugar fue importante y la canción nos puede gustar más o menos, pero sin duda el factor decisivo de esa actuación fue la inclusión de un agente inesperado: la presencia del famoso patinador ruso Evgeni Plushenko.

Su actuación en un improvisado pequeño rink de hielo, fue un acierto por parte de la delegación rusa, que sabía perfectamente que muchos de los espectadores (sobretodo de países nórdicos y ex soviéticos) reconocerían la cara del número uno del patinaje artístico mundial en el momento de decidir el voto.

Este rubio siberiano de 25 años vivó sus primeros años de infancia en Volvogrado, encima siempre de unos patines. A los once años su familia se mudó a Sant Petersburgo donde se entrenó a las órdenes de Alexei Mishin. Lo increible era que Evgeni Viktorovich Plushenko ya podía hacer triples saltos antes de ser pulido por el técnico ruso, algo inaudito a esas edades. Mishin lo describió como “Shakespeare on Ice”, en alusión a la calidad y al sentimiento que desprendían las actuaciones de Plushenko.

Actualmente el patinador se encuentra semi-retirado, descansando tras una actividad frenética, algunas lesiones y mucho stress competitivo. Su palmarés es de auténtico lujo: siete veces Campeón Nacional, quíntuple Campeón de Europa , tres veces Campeón del Mundo, Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Turín 2006 y cuatro veces Medalla de Oro en el Grand Prix Final. Además es un auténtico showman dentro del rink, destacando su repetida actuación Sex Bomb con la que ha hecho furor en medio mundo.